Con retraso
Llevo retraso. El periódico de los domingos me dura dos semanas y mientras, cheap mientras tanto, voy sumando una serie de pequeños desastres: caducan los bonos, se me pasan las fechas, clausuran las exposiciones que apunté, esperan llamadas, billetes que comprar, correos pendientes, vacaciones. Entre medias también quemo tostadas, rompo vasos, hago mal las cuentas y dejo propina de más.
Por eso rescato del papel las palabras, y anoto en el margen eso de “menos mal” con el alivio que da sentirse arropada por el nosoyelúnico y el maldetodos, consuelode…
“Las personas despistadas vivimos en permanente estado de alerta. Nuestra mente, refractaria a la concentración en el presente, viaja siempre a otro lugar distinto del que nos encontramos. Una persona despistada es alguien que camina en un estado parecido al sonambulismo; así que, cuando oímos en la calle el ruido de un claxon que nos avisa de que estamos cruzando en rojo, nuestro corazón se acelera y durante la media hora siguiente nos hacemos el propósito de corregir este maldito carácter al que estamos condenados. Los despistados patológicos vivimos llenos de miedos.”
Llevo retraso. También me llevo mis miedos de paseo, en cada cruce de caminos.
Publicado: octubre 22nd, 2009 en Cajón de-sastre, Recortables.
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