Apuntes QC.CA
Desde cualquier lugar de la ciudad voy tomando notas en el marco del Festival Prèsence Autochtone | First Peoples’ Festival, del 11 al 20 de junio de 2009, en Montreal.
Apuntes que voy dejando aquí, que voy mirando desde otro punto de vista y de los que voy dejando pequeñas anotaciones también en mis breverías.
Voces, tambores y vientos para celebrar el Solsticio de verano
Montreal despierta bajo el latido de los tambores y los cánticos de los pueblos de las denominadas Primeras Naciones. En círculo, acompasados, nos muestran a través del ritmo, cómo suena la ciudad, cómo la música nos une sin importar nuestra lengua o nuestro origen. La comunión indígena prepara el camino hacia la celebración del Solsticio de verano, este próximo domingo día 21 de junio, aniversario del National Aboriginal Peoples’ Day.[sigue leyendo>>>]
Desde el piso 21
Miraré por la ventana del piso 21, de nuevo.
Despertaré a otro amanecer y me frotaré los ojos para tener la certeza de que es real, que estoy aquí. [sigue leyendo>>>]
Educando en el olvido
En 1928, el gobierno canadiense decidió erradicar el “problema indio” a través de un programa de educación en régimen de internamiento para los niños indígenas en escuelas, en su mayoría regentadas por la Iglesia, con el fin de preparar a estas generaciones para la vida en la “sociedad blanca”. Retomaban de esta manera un proyecto que ya se había puesto en marcha en el siglo XIX (1861) y que, en esta ocasión, llegó a contar con más de 130 centros hasta que en 1984 se cerró el último.[sigue leyendo>>>]
Sin la tierra, ¿qué nos queda?
La tierra trabajada con las manos; la tierra que nos da de comer, la tierra que salvaguarda nuestra identidad en forma de costumbres, tradiciones, historia. Testigo de nuestro paso. Esa comunión que parece olvidada en nuestras ciudades de asfalto y hormigón adquiere especial sentido cuando hablamos de los pueblos indígenas.¿Cuando te quitan la tierra, qué queda? [sigue leyendo>>>]
Una noche de jazz
Esta noche brindé por todos aquellos que quise tener cerca
y no estaban.
Por la cuarta y todas las que tienen que venir.
Porque sé que está al llegar
y lo espero. [sigue leyendo>>>]
ONF NFB
Donde soñar…
Que ahora sé
que los sueños se cumplen..
[sigue leyendo>>>]
On the stage. Música para el cambio
Oscurece en la ciudad después de la tormenta. Esta noche cambio la sala de la ONF por un café. Se siente de otra manera, se siente de muchas maneras la necesidad de expresión que unas veces se agarra a las imágenes, esas que agitan; y otras veces encuentran en la música el instinto de supervivencia, la razón de ser.
Cerraré los ojos un momento para dejarme llevar, para recordarme que la vida es posible, para dejarme “inspirar”, por esos cambios que te dan la energía para dotar de forma a esa necesidad de hacerse oir, de otra manera, a su manera.
¿Qué se siente? ¿cómo se siente? Las pequeñas revoluciones las encabezan también los jóvenes que han moldeado ese bagaje que les precedía hasta encontrar su camino, como el que traza desde Winnipeg Don Amero.[sigue leyendo>>>]
La herencia que acaba con los sueños
Desde la butaca me siento pequeña. En la oscuridad nadie puede percibir los gestos de los espectadores, las muecas de dolor, las risas, el llanto contenido, las sonrisas que traspasan la pantalla y se encuentran cómplices en la sala. Nadie se dará cuenta de cómo la realidad que está proyectada se traslada a cada uno de los que nos sentamos, inmóviles asistentes a las historias.
Desde aquí me asaltan las preguntas; preguntas que dejan de tener sentido, probablemente, en vidas que no son las nuestras. ¿Qué quieres ser de mayor? Hemos crecido soñando con profesiones que admirábamos, que nos atraían. Pero cuando uno contempla las imágenes del documental “Los Herederos” esa pregunta late con fuerza y sin sentido. ¿Con qué sueñan estos niños?¿se plantean qué les deparará el futuro, qué esperan de él estos hijos, nietos, sobrinos? [sigue leyendo>>>]
Día 1
Voy completando círculos. Hace 8 años cogí un vuelo Madrid- París- Montreal que cambiaría mi vida, de alguna forma. Era la segunda vez que cruzaba el Atlántico en menos de un mes. Por alguna avería técnica, el vuelo de París se retrasó al día siguiente y pasamos una noche en el Hilton del aeropuerto. De esa forma tan curiosa, el pasaje de aquel avión se convirtió en una gran familia: sin equipaje, sin más ropa que la que llevábamos, nos sentamos en mesas redondas y compartimos experiencias.
Esta vez vuelvo con esa misma ruta, parada en Charles de Gaulle y llegada a Montreal. Y con sólo una hora de cama en el cuerpo y mucho tiempo después aterrizo. El camino viene cargado de imágenes de todos estos años, de mis visitas, de los recuerdos: parece que nada hubiera cambiado. Hay más obras, algunos comercios nuevos, otros cerraron, en estos dos años. Sin embargo, hay algo distinto, y yo, yo también vuelvo distinta. [sigue leyendo>>>]
MAD- YMQ
Mi jeroglífico se descifra en una maleta por hacer, aeropuertos, horas de viaje, Atlántico y costas de Canadá.
MAD AF X/PAR AF YMQ
Allí estaré … y aquí, en Presènce Autochtone | First Peoples’ Festival y a diario, también por aquí.
Dawns, births and other celestial phenomena
Festival de la Presencia Autóctona 2009
From time immemorial, the sky and its starry signposts have guided humans across the tundra and shown the way to the seafaring peoples of the Pacific Ocean. Today, the celestial vault watches over the fragile garden that constitutes our earthly habitat. More than ever, the sense of resilience, the survival instinct that leads us to recognize our essential ties with other species of creation, appears as the necessary compass pointing the way to humanity’s common future.
So the First Peoples and their cultures have become messengers of hope under the Southern Cross and the Aurora Borealis.
A celebration leading us to the Solstice, to the light, to the rebirth of days.
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