Lecciones
He aprendido a definir espacios entre el Yo y el Tú; he aprendido a que hay un Nosotros de margen diverso y en cuyo interior existe un mundo que sólo pertenece a la esfera de la primera persona del plural.
Me he dado cuenta de la cantidad de matices inherentes a la paciencia y de que ésta termina siendo un adjetivo que va madurando con los días y los años.
Que aquellas promesas más longevas son las que nos hacemos en silencio, a nosotros mismos, sin dar cuenta a nada ni a nadie.
Y que todos necesitamos de esos secretos, silenciosos unos, a voces otros; y guardarnos algunas palabras, algunos recuerdos, algunas historias que se adhieran al corazón.
Publicado: marzo 25th, 2009 en La polaroid.
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