Tan cerca, tan lejos
En este mundo globalizado, mind en donde caben muchos mundos, generic en donde se nos antoja deseable conocer esos otros mundos, los que nos quedan lejos, no dejan de sorprenderme, a veces, esa ausencia de distancias.
La cercanía presente en mensajes cruzados por el Atlántico que desde Ottawa detallan pueblecitos del Bierzo y te comparan un Ministerio de Cultura canadiense con la estructura jerárquica de la iglesia española; la que se asoma en rostros de rasgos indígenas en la puerta de enfrente o te saludan con el acento reconocible del “forastero” al sentarse en al asiento contiguo del autobús, de camino al trabajo.
Málaga no me queda tan lejos como Londres, Canadá o Nueva York. Málaga me queda muy cerca. Pero tan cerca como ese à bientôt, o un hello sweetie; los beijos de la gran manzana, esas historias de estrellas de rock conocidas en un bar, esa sopa de noodles, cafés y brunch; tantos miss you too de tantos otros rincones; los bicos , besicos y besillos; el qué pasa niña y otros tantos ailovius y tequieros que me regalan traídos de aquí y de allá.
A veces, sólo a veces, este mundo no tiene fronteras ni kilómetros… pero a veces, muchas veces, esas fronteras y esos kilómetros se nos quedan demasiado lejos (y yo me quedo sin ese café compartido).
Publicado: marzo 24th, 2009 en desde mi ventana.
Comentarios: 2
Comentarios
Comment de patencia
Hora: marzo 24, 2009, 1:13 pm
Así es. Pero la lejanía real sólo requiere paciencia, al final el que está cerca, siempre vuelve. (yo pronto)
Comment de María
Hora: marzo 24, 2009, 9:54 pm
Van y vuelven, vuelven y van. Y sé quienes están aunque vayan y vuelvan tantas veces… Deseando verte de nuevo, en ese estado de tránsito – y con toda la paciencia del mundo.
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