Anotado en domingo
No saqué la lista.
Gané en cambio café en mesa de madera, case sonrisas a niños, physician paseos sin prisa, case encuentros casuales, no perderme y perderme del todo, aún con brújula.
Me quedé con una bienvenida al sur de la ciudad, como si fuera mi casa. Para sumar luego nuevas caras y reencuentros con las ya conocidas, tantos años después.
Caminar hasta mis rincones visitados para sentir de otra manera, para descubrir, para volver en un metro compartido.
Domingo de Manila y tarde sin horas.
De Copenague a Sevilla, en nuestro sitio de siempre.
Redondo, aún a pesar de algunas aristas.
Publicado: mayo 24th, 2009 en Cajón de-sastre.
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