Hay una parte que duerme y otra que despierta. Ahí tumbados, pharmacy dejándonos empapar de primavera, troche no conseguimos esa desconexión, order rodeados de cacharros que al final nos llevan, irremediablemente a volver una y otra vez sobre trabajos, deberes, quehaceres, obligaciones, horarios, respuestas, nervios,tareas, objetivos…

Le digo que se pare a escuchar y el murmullo de las conversaciones cercanas, algunos pájaros atrevidos, patines, bicicletas, zancadas, quedan ahogadas por el fondo continuo del tráfico, aún siendo festivo.

Con los ojos cerrados y con los ojos abiertos me pregunto en qué momento sonó ese clic, en qué instante las promesas empezaron a ser firmes. Cuándo nos dejamos convencer y cómo aceptamos que debe ser así. Y que parece que no hay vuelta atrás y tal vez si la haya, pero sobrevienen las certezas y las afirmaciones. Me subo de nuevo en la noria y me niego a dar vueltas sin sentido.

… a veces entran ganas de desaparecer, pulsar ese botón y enviarnos fuera, por un tiempo, hasta que nos echen de menos, hasta que nos echemos de menos.

…y otras de encontrarse, en algún sitio, en algún momento, en cualquier espejo: encontrarse y reconocerse.