Paso de cebra
Empuja el cochecito con desgana, tal vez con el cansancio acumulado del día.
La niña de dientes de leche me mira traviesa, esperando cualquier gesto que dé pie a una reacción.
Sólo observa, con su collar de bolas de colores y sus paletas separadas.
Suspiro, de nuevo. Sorbo de té, caliente.
Coge el cigarrillo y se lo acerca a la boca, descuidada, mirando el tráfico, sin prestar atención.
La pequeña reclama su parte de cariño.
Espera en el paso de cebra.
Nos adelantan el par de ejecutivos salidos de la oficina y la chica de falda imposible sobre cuerpo tatuado.
Última calada al cigarro y mirada a la niña.
Rubias.
Del bolso casual cuelga el lienzo del lujo apenas percibido: Prada.
En lo zapatos Tod’s, sin pretensiones.
Y en la cesta del cochecito, esperando, descansa el Hola.
Se hace tarde en Miguel Ángel.
Último sorbo. Empieza la clase.
Publicado: junio 4th, 2008 en Madrid.
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