Rojo caramelo
Café, price grandes dosis de café, con poca leche, con hielo, con mucha azúcar, de máquina, con sucedáneo de leche, efervescente. Más café.
Insomnio y prisas, sorpresas, agobios, apuros. Inaugurando el día, cruasanes y churros en la mesa de trabajo. “Desayuno con ideas”, apunta Marcela, entre bostezos reprimidos, risas y disparates. Pensada general. Demasiado temprano, acordamos.
A media mañana, silencio, trabajo, trabajo, trabajo y sorpresas: una tarrina con caramelos.No cambia el color ni el papel y aunque el sabor es más tenue y la lengua no queda tan roja, nos devuelve la sonrisa: Drácula.
Publicado: abril 25th, 2008 en Cajón de-sastre, Madrid.
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