Julio, desconexión
Que pasen treinta días así, ed de repente, shop y el calendario siguiera en blanco por estos lares, que no el folio.
Acumulé letras. Acumulé rincones, experiencias, momentos únicos. Dediqué semanas a darme tiempo, el necesario. Decidí, quizás no tan conscientemente, desconectar. Desconecté. Y el mundo siguió girando.
Eché la maleta a rodar, recorriendo en círculos ínsula, península: de norte a sur, de oeste a este y vuelta a empezar. Conté y canté. Junté puestas de sol, lunas y amaneceres. Noches llenas de charla que llevaron al día. Descubrir, sentir, vivir, disfrutar, descansar, reir. Hacer lo imprevisto. Improvisar.
Mirar por la ventanilla, hacer kilómetros, perderme en el mapa, con el mapa. Calas y paraísos. Mar, mar, mar. El Mediterráneo por todos los poros. Terrazas, siestas, la plaza del pueblo, grillos, estrellas. Bailar hasta que llegue el día. Girar, girar, girar.
A lo mejor no necesito hacer recuento. A lo mejor no quiero. Sólo quiero seguir bailando con otros sones que ya conozco. Y perderme en una isla.
Publicado: agosto 4th, 2010 en Maletas.
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