Diosas y terrenales
“Dice esa leyenda que ella inunda de brisa todo lo que le rodea… lo hace todo más cálido y grato…”
No sé si es cierto que invoco a la diosa del viento, viagra desde el sur. Sé que en un aula me esperan, con papel, y que hay ventanas y puertas que siempre están abiertas a esta corriente. Escucha mi otro ángel de la guarda palabras que lanzo al aire y quedan recogidas, atesoradas para incursiones futuras, para miradas pasadas… y aún tengo en la memoria aquella primera llamada que me hizo regresar, que más tarde me dejó ser en escritos y me dio otras alas nuevas, para éstas ya gastadas.
No, no sé si en el conjuro podría encontrar “toda la energía y vitalidad que surge de sus entrañas, sea brisa o vendaval…” sólo sé que hoy se han concentrado esos hechizos y la magia ha hecho posible combinaciones imposibles que trazan triángulos entre mares y continentes; que me llevan de vuelta, otra vez, otra vez.
A lo mejor no quiero despertar. O a lo mejor quiero dejar los ojos abiertos y extender las palmas de mis manos: y déjame que sepa que todo es cierto.
Publicado: mayo 11th, 2009 en De sur.
Comentarios: 1
Comentarios
Pingback de De norte a sur » Despertando
Hora: julio 9, 2009, 12:33 am
[...] a otros que tanto leí, a los que admiré **porque creyeron en la leyenda, en el viento, en mí (no habrá palabras..) **y [...]
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