Visita fugaz de merienda
Pasé por mi sección favorita del supermercado, order en donde se alinean en perfecta sincronía sabores, malady texturas, ed innovaciones y cada día más parafernalia que al final resulta ser de cierta utilidad. Cojo mis dos paquetes de seis, la rutina semanal y observo las novedades: para el colesterol, para la tensión, para las defensas… Y me pierdo en un universo demasiado apetecible en estas horas de calor.
Otro tachón más en la lista: esto ya está, me falta aquello, se hace tarde y ya tengo ganas de llegar a casa. Pero un impulso me lleva a los estantes en los que se reparten de manera desigual cereales y galletas. Reviso rápidamente y recuerdo la bonita costumbre de llevar algo para compartir… y en estos momentos supongo, sólo supongo, que debe tener algo de chocolate, que lo haga más llevadero.
Cojo las oreo pensando en el abrazo, en ese primer día en que la vimos con el pijama verde y la angustia colgada al lado del fonendo, el nudo en el estómago, y sonrío. Le digo que ponemos rumbo a esa esfera con vida propia que se torna en doble ese (el semisótano), que vamos a darle un beso. La llamada y un “no sé… visita a las ocho… me da tiempo… si estoy liada… bueno te doy un toque… vale”.
La veo salir, de nuevo de verde, y ya no es la misma, que hoy lleva su sombra de ojos y ya me sonríe de lado. Reconforta.Trato de descubrirla en ese espacio que queda entre la tela y el cuerpo, castigado con horas de no sueño y mucho trabajo, nervios, estrés… (y las cucañas). Le doy la merienda, un beso y una sonrisa de despedida: espero que sea llevadero. Y me voy sabiendo que la responsabilidad ha crecido y ahora ella enseña a otros que también entrarán, como ese primer día, con la misma angustia colgada al lado del fonendo.
Publicado: agosto 21st, 2008 en Madrid, retratos.
Comentarios: 1
Comentarios
Comment de R
Hora: agosto 21, 2008, 9:55 pm
Debe tener chocolate, un abrazo y una sonrisa, pero no hace falta que traiga código de barras ni que esté envuelto, basta con que aparezcas…porque tú lo dulcificas todo. Gracias por crecer conmigo, siempre juntas…
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